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Trastorno de oposición desafiante

Como la mayoría de los padres saben, los niños pueden ser emocionales o de carácter fuerte. Pero un niño que tiene rabietas frecuentes y constantemente se niega a seguir las solicitudes puede tener un problema más profundo. Defiance y la agresividad que siguen podrían ser un signo de trastorno de oposición desafiante (ODD), dice la Academia Europea de Psiquiatría Infantil y Adolescente (AACAP).

Rango de mal comportamiento

Los niños con ODD pueden negarse a cumplir órdenes o solicitudes hechas por los padres, maestros u otros adultos. También podrían reaccionar de forma exagerada a los acontecimientos de la vida. Pueden dejar de asumir la responsabilidad de sus acciones. ODD es comúnmente vinculado con estos comportamientos:

  • Rabietas frecuentes

  • Argumentos con los adultos

  • Otros deliberadamente molestos

  • Culpar a otros por los errores o mal comportamiento

  • Al ser resentido, rencoroso, vengativo o

  • Ser agresivo hacia los compañeros, y enojado o perjudicial hacia los adultos

Los signos de un problema

ODD es diferente del comportamiento normal, ya que continúa por más tiempo. Los niños con ODD típicamente muestran un mal comportamiento durante al menos seis meses. Este comportamiento interrumpe la familia y en el aula. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los niños son diagnosticados con ODD sólo si su comportamiento va más allá de lo que se considera normal que los niños de la misma edad.

Antes de la pubertad, ODD es más común en los varones. Después de la pubertad, se produce casi por igual entre niños y niñas. ODD no tiene una causa clara. Los comportamientos parecen surgir de una combinación de la genética y malas relaciones entre padres e hijos. También puede involucrar factores ambientales que comienzan en la niñez temprana. Los niños con ODD con frecuencia tienen dificultades para hacer amigos. Esto se debe a que ven el comportamiento de otros niños como hostil y responden agresivamente.

Tratamiento

El tratamiento es importante porque el desarrollo, las relaciones, y la educación de los niños están en riesgo si el trastorno no se trata. Además, ODD puede conducir a un trastorno más grave conocida como trastorno de conducta. Un niño o adolescente con este trastorno pueden dañar o poner en peligro a personas o animales, daños a la propiedad, o ser sexualmente precoz.

Los padres que piensan que su hijo puede tener ODD deben buscar la ayuda de un proveedor de atención de la salud de su hijo, un psicólogo infantil, o experto en comportamiento infantil. El diagnóstico de ODD puede ser difícil y debe ser manejado por un proveedor que tenga experiencia con el trastorno.