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Diabetes: tratamiento de infecciones menores del pie

La diabetes hace que sea más difícil para el cuerpo para sanar. Incluso los problemas menores, como una ampolla, pueden infectarse. Sin tratamiento, las infecciones pueden propagarse y dañar los tejidos cercanos. Entonces se necesita una estadía en el hospital para su tratamiento. Las infecciones graves pueden resultar en amputaciones. El tratamiento oportuno de su médico puede ayudar a curar las infecciones y restaurar su salud.

Obtenga tratamiento:

Si el médico encuentra una infección menor, usted comenzará con un programa de tratamiento. El objetivo es sanar la zona infectada, manteniendo la infección se propague.

  • Su profesional médico le examinará y limpiar el área infectada.

  • Se le puede administrar antibióticos para combatir la infección. Tome su antibiótico de acuerdo con las instrucciones de la botella. Tome todos los medicamentos que está prescrito, incluso si el dolor empieza a verse mejor. Si no lo hace, la infección no desaparece y puede extenderse.

  • Se le puede pedir que lleve el área infectada seca.

  • En ciertos casos, es posible que le pidan que mantener los pies elevados o limitar caminar.

  • Siga todas las instrucciones que le den sobre el cambio de vendajes o remojar su pie.

Las visitas de seguimiento

Incluso con antibióticos y otros tratamientos, una infección del pie puede tardar mucho tiempo en sanar. Para obtener los mejores resultados, asegúrese de mantener todas sus citas de seguimiento. Estos ayudan a garantizar el tratamiento completo. También permiten a su médico para asegurarse de que esté sanando correctamente.

Cuándo llamar a su médico

Con la diabetes, los problemas con los pies pueden conducir fácilmente a una infección. Recibe consejos de su médico si usted tiene cualquiera de los siguientes en cualquier momento:

  • Una infección en el pie, dolor o herida que no se cura en 1-2 días

  • Callos o juanetes en los pies

  • Una uña encarnada

  • Picazón o formación de grietas entre los dedos

  • Pies constantemente fríos

  • Dolor o calambres en las piernas o los pies

  • Los cambios de color de la piel