Los problemas de espalda más comunes ocurren cuando los discos despedazar, abultamiento o ruptura. En tales casos, un disco lesionado ya no puede amortiguar las vértebras y absorber los golpes. Como resultado de ello, el resto de la columna vertebral también se puede debilitar. Esto puede dar lugar a dolor, rigidez y otros síntomas.
Anillo Torn. Un movimiento repentino puede causar un pequeño desgarro en un anillo. Ligamentos cercanos pueden estirar.
Contenido del disco herniado. Como un disco se desgasta, el núcleo puede sobresalir en el espacio anular y pulse sobre los nervios.
Extruido disco herniado. Cuando un disco se rompe, su núcleo puede exprimir e irritar un nervio.
Artritis. Como los discos se desgastan con el tiempo, forman espolones óseos. Estos crecimientos pueden irritar los nervios e inflamar las facetas.
Inestabilidad. Como tramos de disco, las vértebras se deslicen hacia adelante y hacia atrás. Esto puede poner presión en el espacio anular.
La espondilolistesis. Una grieta ( estrés fractura) se puede desarrollar en una vértebra. Esto puede ejercer presión sobre la corona circular, estirar el disco, e irritar los nervios.