Una vez que su médico sepa que usted tiene cáncer de riñón, él o ella puede solicitar otras pruebas para aprender más acerca de su tipo específico de cáncer y para ver cuán extendido está. Junto con los exámenes previos y una biopsia, estos pueden ayudar a su médico a saber la etapa y el pronóstico de su enfermedad y decidir acerca de los tipos más eficaces de tratamiento para usted. Si usted ya ha tenido una tomografía computarizada o una resonancia magnética para confirmar su diagnóstico, éstos probablemente no se repetirán.
No se preocupe si estas pruebas tienen un poco de tiempo para completar. En la mayoría de los casos, está bien para tomar algo de tiempo para obtener estos resultados antes de iniciar el tratamiento. Y usted tendrá algo de tiempo para discutir todo esto con su equipo de la familia y la salud.
Las pruebas pueden ayudar a hacer estas cosas.
Dígale exactamente dónde está el cáncer y si éste se encuentra en más de un lugar
Envía el tamaño del cáncer es
Dime qué tipo de tratamiento es probable que funcione mejor
Dile lo que su probabilidad de recuperación es
Ciertos exámenes pueden ayudar a lugar si el cáncer de riñón se ha diseminado a otras partes de su cuerpo. Estos incluyen pruebas de imagen. Utilizan máquinas de escaneo para ver el interior de su cuerpo. Usted puede haber tenido una o más de estas pruebas. Si es así, puede que no tenga que ser repetido. Aparte de CT y MRI, aquí hay ejemplos de otras pruebas que pueda tener.
La tomografía por emisión de positrones (PET)
pielografía intravenosa (IVP)