¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo, también llamada la dependencia del alcohol, es una enfermedad crónica que se caracteriza por una adicción física y psicológica al alcohol. La adicción al alcohol es un problema grave que conduce a muchas enfermedades físicas y mentales, trastornos y enfermedades, como la cirrosis del hígado, pérdida de memoria, depresión, y sangrado de varices esofágicas. El alcoholismo también conduce a los accidentes, lesiones y trastornos importantes de la vida, incluyendo los accidentes de vehículos de motor, la pérdida del empleo, problemas legales, la destrucción de las relaciones y el abuso doméstico.
Hay dos tipos de enfermedades relacionadas con el alcohol que implican beber más de lo que se considera moderado. Consumo moderado de alcohol se considera no más de una bebida al día para las mujeres y dos bebidas al día para un hombre. En Europa, una bebida se define como 12 onzas de cerveza regular o enfriador de vino, 8 onzas de licor de malta, 5 onzas de vino o 1.5 onzas de licor (como el vodka o ron).
Tipos de enfermedades relacionadas con el alcohol incluyen:
El alcoholismo (dependencia del alcohol) implica una adicción física y psicológica incontrolable de alcohol que conduce a la salud dañada, relaciones, carreras, y los bienes. Las personas con alcoholismo desarrollan una tolerancia al alcohol y no pueden aparecer en estado de embriaguez, incluso después de beber una cantidad significativa. También experimentan síntomas de abstinencia si no beben constantemente.
El abuso de alcohol se caracteriza por el consumo excesivo que puede conducir a los mismos efectos negativos como el alcoholismo. Sin embargo, el abuso de alcohol no es impulsado por una adicción física al alcohol.
El alcoholismo y el abuso del alcohol son problemas comunes. Casi 17,6 millones de personas en la Europa (uno de cada 12 adultos) tienen el alcoholismo o abuso de alcohol (Fuente: NIAAA ).
El alcoholismo puede ser difícil de diagnosticar debido al secreto y la tendencia a la negación de un problema grave. En algunos casos, el alcoholismo puede ser un síntoma de, o coexistir con, una enfermedad de salud mental subyacente, como la depresión o la esquizofrenia. El éxito del tratamiento del alcoholismo es difícil y puede requerir múltiples intentos antes de lograr la sobriedad; recaídas son comunes. El tratamiento incluye apoyo médico para la retirada física del alcohol, la participación en un sistema de apoyo, como Alcohólicos Anónimos, y la terapia de consejería.
La cirrosis hepática es la complicación física más conocida del alcoholismo. El abuso crónico de alcohol también puede causar graves problemas de salud mental y provocar daños en los sistemas digestivo, neurológicos, reproductivos y cardiovasculares.
Busque atención médica inmediata si usted bebe más de lo que se define como el consumo moderado de alcohol. El diagnóstico temprano y el tratamiento de alcoholismo o abuso de alcohol reduce el riesgo de efectos adversos en su salud física y mental y el desarrollo de graves problemas en las relaciones y la vida cotidiana.
Busque atención médica inmediata (llame al 911) si usted, o alguien con quien esté, si tiene síntomas que amenazan la vida relacionadas con complicaciones del alcoholismo. Estos incluyen confusión, letargo, apatía, dificultad para respirar, convulsiones, delirios o alucinaciones, vómitos de sangre o sangrado rectal pesado, o la sensación de querer herir o matar a uno mismo oa otra persona.