¿Qué es la cirrosis hepática?
La cirrosis del hígado es una enfermedad grave que causa daño permanente al hígado. El hígado es un órgano vital se encuentra en la zona superior derecha del abdomen, debajo de las costillas. Función hepática normal es crucial para su salud en general y la vida. La cirrosis del hígado es causada por una enfermedad subyacente o enfermedad que conduce a la formación de tejido cicatrizal en el hígado. El tejido cicatricial reduce la capacidad del hígado para llevar a cabo las funciones vitales, incluyendo:
Coagulación de la sangre
Borrado de la sangre de toxinas
La digestión de los alimentos y bebidas para crear nutrientes y energía
La lucha contra la infección
Metabolización de medicamentos y otras sustancias
La producción de proteínas, enzimas, y la sangre saludable
La eliminación de los residuos
Almacenamiento de vitaminas, minerales y energía
Hay una variedad de enfermedades y enfermedades que pueden causar la cirrosis del hígado. Las causas más comunes son la hepatitis C crónica y el uso excesivo de alcohol.
Los síntomas de la cirrosis del hígado pueden diferir entre los individuos en función de variables como la etapa de la enfermedad, la edad, la causa subyacente, la historia clínica, la presencia de complicaciones, y la salud general. Un síntoma típico es la ictericia, la coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos.
La cicatrización del hígado causado por la cirrosis del hígado no se puede revertir o curar. Sin embargo, el cumplimiento del paciente con un buen plan de tratamiento puede ser capaz de frenar o detener la progresión de la enfermedad y minimizar las complicaciones. El tratamiento puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida y el tratamiento de las enfermedades subyacentes, tales como la dependencia del alcohol o la hepatitis.
La cirrosis del hígado afecta gravemente la capacidad del hígado para funcionar normalmente y puede dar lugar a complicaciones potencialmente mortales graves, como el portal de la hipertensión, la insuficiencia hepática, hemorragia e insuficiencia renal. Busque atención médica de inmediato si usted tiene un historial de hepatitis, alcoholismo u otras enfermedades crónicas, o si presenta síntomas inexplicables, como náuseas, fatiga, diarrea o debilidad. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden reducir su riesgo de complicaciones graves.
Además, si usted tiene cirrosis del hígado, no tome ningún suplemento, el exceso de medicamentos de venta libre o medicamentos con receta sin consultar a su proveedor de atención médica. Esto es debido a que el hígado puede no ser capaz de limpiar los medicamentos desde el cuerpo, resultando en niveles peligrosos, tóxicos de productos químicos o sustancias en el cuerpo.
Busque atención médica inmediata (llame al 911) si usted, o alguien con quien esté, tiene síntomas de la cirrosis avanzada, insuficiencia hepática u otras complicaciones. Los síntomas incluyen la incapacidad de producir orina, confusión, dificultad respiratoria grave, ictericia, hemorragia rectal pesado, vómitos de sangre, o un cambio en la conciencia o estado de alerta.