Cuando usted experimenta sentimientos incómodos en sus piernas-un fuerte impulso para moverlos, palpitante o tirando sensaciones, o incluso dolor-quieres respuestas lo antes posible. Cuanto más pronto usted puede averiguar lo que está mal, más pronto podrá obtener ayuda.
Por desgracia, el diagnóstico del síndrome de piernas inquietas (SPI) no es tan fácil. No existe una prueba de sangre simple o examen que puede determinar si la tiene. En su lugar, el médico se basará en gran medida en los signos y síntomas que usted reporta. Para hacer un diagnóstico, su médico le hará preguntas para estas piezas clave de información:
¿Cuáles son sus síntomas? Su médico determinará si sus síntomas son los mismos que los asociados con el SPI.
¿Sus síntomas afectan su sueño? La mayoría de las personas con SPI experimentan síntomas cuando se acuestan o se relajan, lo que los mantiene despiertos por la noche.
¿Cuál es tu historia clínica? RLS puede estar asociada con enfermedades crónicas tales como la diabetes o la enfermedad de Parkinson.
¿Cuál es su historia familiar? RLS tiende a darse en familias.
¿Qué medicamentos está tomando? Ciertos medicamentos pueden causar o empeorar el RLS. Suspensión o cambio de medicamentos puede ayudar, pero no hacerlo a menos que su médico se lo recomiende.
Su médico combinará esta información con un examen físico y los resultados de pruebas, como un análisis de sangre para medir sus niveles de hierro, para averiguar si el SPI es el culpable.
Considere la posibilidad de traer a su cita una lista de sus síntomas y medicamentos, así como un diario de sueño en el que se graba la cantidad de sueño todos los días que te dan. Tener esta información puede hacer que sea más fácil para el médico para llegar a un diagnóstico.