De todas las alegrías que vienen con el embarazo, el síndrome de las piernas inquietas (RLS) no es uno de ellos. Aproximadamente el 25 por ciento de las mujeres desarrollan el SPI durante el embarazo. Los investigadores no están seguros de por qué, pero los bajos niveles de hierro y otras vitaminas que se producen durante el embarazo pueden estar asociados con el SPI.
La buena noticia es que no dura mucho tiempo. RLS a menudo se produce durante el último trimestre del embarazo, y los síntomas tienden a desaparecer al cabo de cuatro semanas de dar a luz.
Aún así, el SPI puede ponerse en el camino del sueño, y las madres-a-ser que necesite todo el cerrar de ojos se puede conseguir. Para tratar el RLS durante el embarazo, su apuesta más segura está tratando las técnicas que ayudan a reducir el estrés y relajar los músculos. Estas estrategias pueden ayudar:
Tome un baño caliente antes de acostarse.
Masajear las piernas.
Realizar yoga o ejercicios de estiramiento suaves.
Aplicar una almohadilla térmica o una compresa de hielo en las piernas.
Además, mantener un patrón regular de sueño, como acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, puede ayudar.