Ya es bastante difícil conseguir que los adultos se lavan para arriba. Sólo dos tercios de los adultos se lavan las manos después de usar el baño, según estudios.
¿Cómo hacemos para que nuestros niños en el hábito de lavarse las manos, entonces? El primer paso obvio es practicar lo que predica: Lávese las manos antes de comer o preparar una comida, después de ir al baño y después de trabajar o jugar con sus manos.
Más de la mitad de los brotes de enfermedades relacionadas con los alimentos son causadas por sucio o mal lavadas las manos, dice la Sociedad Europea de Microbiología. Por ejemplo, los brotes hepatitis A en niños en las guarderías se han conectado directamente a la falta de lavado de manos después de cambiar pañales o de ir al baño.
Otras enfermedades
Otros patógenos tales como E. coli, Shigella y el virus de Norwalk también se han extendido por la falta de lavado de manos. Propagación de otras enfermedades como las infecciones respiratorias, el impétigo y la conjuntivitis (ojos irritados) también puede prevenirse con lavarse las manos con agua y jabón.
Dígale a sus hijos que se laven las manos antes de comer, después de ir al baño y después de jugar. Muéstrales cómo hacerlo, una y otra vez. No se sienten frustrados: Se toma un tiempo para el hábito de convertirse en una segunda naturaleza, dice la Asociación de Profesionales en Control de Infecciones y Epidemiología (APIC).
Los niños saben cuándo y por qué y cómo lavarse las manos, pero se olvidan de, dice el APIC. Ellos se lavan las manos si la suciedad es el tipo obvio como barro o las pinturas del dedo. Suciedad Menos obvio y gérmenes tienden a ser ignorados.
Consejos para el lavado
Prueba estas técnicas:
Lave en agua tibia o caliente, que es más eficaz en la disolución de aceites.
Mantenga agua corriente durante todo el lavado para asegurar mayor eliminación de bacterias.
Moje sus manos y luego haga espuma con el jabón.
Lave todas las superficies de las manos: palmas, dorso de las manos, los dedos y las uñas.
Rub enjabonó las manos por lo menos 20 segundos y hasta 30 segundos (aproximadamente el tiempo que le lleva a recitar el abecedario).
Si un niño es demasiado pequeño para llegar al lavabo y se acunó con seguridad en un brazo, mantenga al niño que él o ella lavarse las manos ayuda. Un niño que puede estar de pie debe utilizar un disipador de tamaño infantil o de pie sobre un banquillo a una altura que permita a las manos del niño alcanzan el agua corriente. Un método alternativo para los niños que no pueden llegar al agua corriente y son demasiado pesada para sostenerla es limpiar las manos del niño con una toalla de papel húmeda y jabonosa. Utilice otra toalla de papel limpia y húmeda para enjuagar el jabón de las manos. Seque las manos con una tercera toalla de papel limpia. Lávese las manos después de ayudar al niño.