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El alcohol y los adultos mayores

Muchos adultos mayores disfrutan de una copa de vino con la cena o una cerveza mientras ve el partido en la televisión. De hecho, la mitad de las personas mayores de 65 años consume alcohol. Tomar una copa de vez en cuando está bien, siempre y cuando no se exceda. Cuando seas mayor, el cuerpo y la mente tienen una relación diferente con el alcohol de lo que solían.

El alcohol y el envejecimiento

Las personas se vuelven más sensibles a los efectos del alcohol a medida que envejecen, según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Después de 65 años, la masa corporal magra y el contenido de agua caída. Además, su metabolismo se ralentiza. Cuando usted bebe alcohol, estos factores se combinan para hacer que la cantidad de alcohol en la sangre más altos de lo que era cuando era más joven. Así que usted sienta los efectos más rápidamente.

Los adultos mayores también son más propensos a haber problemas auditivos y visuales y tiempos de reacción más lento. Esto los pone en mayor riesgo de caídas, fracturas y accidentes automovilísticos vinculados con la bebida.

Algunas enfermedades comunes entre las personas mayores de 65 años pueden empeorar con el alcohol. Estos incluyen la diabetes, presión arterial alta, y úlceras. El consumo excesivo de alcohol puede conducir a otros problemas de salud:

El alcohol también está relacionado con problemas de salud mental tales como la depresión y el suicidio.

Interacción con otros medicamentos

Una razón importante para mantenerse alejado del alcohol puede estar en su botiquín. Los adultos mayores son más propensos a tener serias interacciones entre el alcohol y las drogas, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de alcohol y Alcoholismo (NIAAA). Más de 150 medicamentos pueden interactuar negativamente con el alcohol, y muchos adultos mayores tomar por lo menos dos medicamentos al día. Los medicamentos y el alcohol pueden interactuar, incluso si no se toman al mismo tiempo. Eso es porque el medicamento puede aún estar en su sangre cuando se toma un trago.

¿Qué es una cantidad segura?

El NIAAA recomienda que las personas mayores de 65 años no tienen más de una bebida al día. Una bebida equivale a 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1.5 onzas de licor destilado.

Cómo reducir

Si desea limitar su consumo de alcohol o su médico lo sugiere, intente estos pasos de los Institutos Nacionales de Salud:

1. Escriba sus razones para recortar. Estos pueden incluir el deseo de mejorar su salud o dormir mejor. Otras razones pueden ser el de mantener su independencia o preservar las relaciones familiares.

2. El seguimiento de sus hábitos de beber por lo menos durante una semana. Anote cuándo y cuánto bebe todos los días.

3. Fije una meta de consumo. Usted puede decidir reducir a una bebida al día o no beber en absoluto. Escriba su meta en un pedazo de papel y lo puso donde lo vea todos los días.