Precauciones acerca de las terapias alternativas
"Mejora tu vida sexual" - que es una de las promesas más extendidas hechas por los fabricantes de remedios a base de hierbas y suplementos nutricionales. Pero, ¿pueden realmente cumplir esa promesa? Usted puede decidir a probar uno de estos remedios en el supuesto de que no puede hacer daño e incluso podría ayudar, pero hay razones para ser cautelosos.
Las terapias alternativas que se supone que mejoran la vida sexual de un hombre son la vitamina E y el zinc, el ginseng, arginina, la palma enana americana, Muira puama, y el ginkgo biloba, así como dos hormonas, la melatonina y la DHEA. Pero debido a que estas sustancias no se han estudiado de forma científica para la disfunción eréctil, su eficacia no se ha comprobado. También en cuestión es su seguridad, especialmente si usted toma alguno de ellos en grandes dosis o durante semanas o meses. L-arginina, un precursor del óxido nítrico, un mensajero químico que participan en el proceso de erección, se vende en forma de pastillas como un remedio alternativo para la disfunción eréctil. Sin embargo, un estudio de los posibles beneficios de la L-arginina para el tratamiento de ataques cardíacos sobrevivientes se suspendió prematuramente cuando un vistazo a los primeros datos mostraron seis muertes entre los voluntarios asignados a la L-arginina, en comparación con ninguno en el grupo placebo. Así que los hombres - especialmente aquellos en riesgo de enfermedades del corazón - deben evitar estos suplementos.
Muchas hierbas son médicamente sustancias activas, aunque la FDA no regula el uso y la dosis. Que están disponibles sin receta médica no significa que sean inofensivos. Por ejemplo, según los Institutos Nacionales de Salud, la DHEA puede aumentar el riesgo de cáncer y conducir a daños en el hígado, incluso cuando se toma por períodos cortos.
Aparte de estas cuestiones, el tratamiento de la disfunción eréctil por su cuenta puede ser peligroso debido a que el problema puede ser un síntoma de una enfermedad grave, como la diabetes o enfermedades del corazón. Así que incluso si un remedio alternativo parece ayudar, se corre el riesgo de retrasar el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad médica potencialmente mortal. Si elige intentar terapias alternativas, dígale a su médico para que él o ella pueden estar atentos a los posibles efectos secundarios o interacciones con otros medicamentos que esté tomando.