La enfermedad celíaca es una enfermedad sistémica en la cual el cuerpo no puede tolerar el gluten. El gluten desencadena una reacción inmune y causa la inflamación de la mucosa del intestino delgado, que eventualmente puede interferir con la absorción de nutrientes de los alimentos.
El problema puede ser difícil de diagnosticar porque los síntomas son muy variados y similares a los de muchas otras enfermedades intestinales, como el síndrome del intestino irritable (SII) y la intolerancia a la lactosa. Algunas personas no tienen síntomas aparentes o sus síntomas son tan sutiles que nunca mencionan a su médico. Como resultado, la enfermedad celíaca puede ser mal diagnosticado o no son diagnosticados por año.
La enfermedad celíaca, una vez se consideró una enfermedad relativamente rara, pero se estima que afecta a casi el 1% de la población de los EE.UU. (una de cada 133 personas). Por otra parte, desde hace tiempo se ha especulado que las personas con enfermedad celíaca diagnosticada representan la punta de un "iceberg, celiaca" - un número mucho mayor de personas con asintomática de la enfermedad celíaca que no obstante están incurriendo en daño intestinal o que han ocultado las deficiencias nutricionales, como la deficiencia de hierro con la anemia (véase la Figura 4).
El iceberg celíacoEl iceberg representa a todas las personas que son genéticamente susceptibles a la enfermedad celíaca. Las personas con enfermedad celíaca latente no tienen síntomas. Los que están en el medio tienen en silencio o atípica de la enfermedad celíaca - caracterizado, por ejemplo, por la anemia sin síntomas gastrointestinales. La "punta del iceberg" proverbial representa las personas con los síntomas clásicos: distensión abdominal, diarrea y fatiga. |
La enfermedad celíaca puede desarrollarse en cualquier momento de la vida. La edad promedio al momento del diagnóstico en Europa es de 46, alrededor del 20% de los casos son diagnosticados después de los 60 años. Una tendencia a desarrollar la enfermedad celíaca es hereditaria. Por lo tanto, los padres, hermanos e hijos de las personas con enfermedad celíaca tienen un 5% a un 15% de probabilidad de desarrollar la enfermedad. No sólo son las personas con antecedentes familiares de la enfermedad en mayor riesgo de desarrollarla, pero también lo son las poblaciones específicas. La enfermedad celíaca es común entre las personas de ascendencia del norte de Europa, pero menos frecuente entre los africanos, los asiáticos y los nativos.
Los síntomas y signos de la enfermedad celíaca
Distensión
Calambres abdominales
Diarrea
Heces con olor fétido
Pérdida de peso
Las aftas
Ampollas pruriginosas en los codos y las rodillas
Los problemas de equilibrio y de la marcha
Decoloración de los dientes
La deficiencia de hierro con anemia
Preparando el escenario para la enfermedad celíaca
Las personas con enfermedad celíaca tienen una reacción inmune que se desencadena por el gluten. La reacción inmune causa inflamación en el revestimiento del intestino delgado, donde se daños vellosidades y microvellosidades que son esenciales para la digestión normal (ver Figura 5). Cuando estas pequeñas estructuras se dañan, el intestino no puede absorber correctamente los nutrientes, lo que lleva a la desnutrición. La enfermedad celíaca se define como una enfermedad autoinmune debido a daños propios del sistema inmunitario del cuerpo las vellosidades intestinales, aunque el proceso se inicia por el consumo de gluten. Las personas con enfermedad celíaca también son más propensas a desarrollar otras enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de la tiroides y el tipo 1 diabetes. Algunas enfermedades coexisten frecuentemente con la enfermedad celíaca, incluyendo la dermatitis herpetiforme (una erupción de ampollas con picazón) e inflamación del hígado. Por ejemplo, la tasa de enfermedad celíaca en personas con el tipo 1 de la diabetes es de cuatro a 10 veces el promedio. infertilidad, abortos involuntarios recurrentes y problemas neurológicos como la ataxia (pérdida de coordinación) también se han relacionado con esta enfermedad.
La enfermedad celíaca: cuando el cuerpo va contra la corriente
Cuando las personas con enfermedad celíaca comen alimentos que contienen gluten, proteínas de gluten penetran la pared del intestino delgado y son absorbidos por las células inmunes llamadas macrófagos, que ellos digieren y envían una señal a otras células inmunes llamadas células T (1). En respuesta, las células T liberan sustancias químicas llamadas citoquinas que activan la inflamación y también notifican a las células B, otro grupo de células del sistema inmune, para producir anticuerpos al gluten (2).
A medida que el sistema inmunológico salarios guerra contra el gluten, las vellosidades intestinales y microvellosidades sufren daños colaterales. Las vellosidades Se erosionan y aplane, lo que deja el intestino delgado menos capaz de absorber nutrientes. El resultado es la diarrea y una serie de problemas de salud relacionados con la desnutrición, incluyendo la pérdida de peso, anemia y osteoporosis.