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La artritis reactiva (síndrome de Reiter)

¿Qué es la artritis reactiva?

La artritis reactiva, también conocido como síndrome de Reiter, es un tipo de artritis que se produce como reacción a una infección en algún lugar en el cuerpo. La mayoría de las infecciones que producen la enfermedad se originan en el tracto genitourinario (vejiga, uretra, pene o vagina) y se extienden a través de las relaciones sexuales, una forma de la enfermedad conocida como el síndrome genitourinario de Reiter o síndrome urogenital de Reiter. Otras infecciones que pueden causar artritis reactiva son las infecciones gastrointestinales, debidas al consumo de alimentos contaminados o al manejo de sustancias contaminadas, una forma de la enfermedad conocida como el síndrome de Reiter gastrointestinal o síndrome de Reiter entérico.

A quién afecta la artritis reactiva?

La artritis reactiva se caracteriza por la inflamación de las articulaciones y afecta principalmente a los hombres jóvenes, entre las edades de 20 y 40 años. Aunque los investigadores no están seguros de por qué algunas personas desarrollan reactiva artritis en respuesta a ciertas infecciones, un factor genético (la presencia del gen HLA-B27) puede aumentar el riesgo.

¿Qué causa la artritis reactiva?

La artritis reactiva, o síndrome de Reiter, generalmente va precedida de una infección producida por bacterias, como la Chlamydia trachomatis (una enfermedad de transmisión sexual) o la Salmonella (una bacteria que puede contaminar los alimentos). Es importante destacar que la artritis reactiva en sí no es contagiosa, sino, más bien, la bacteria que lo causa. Alrededor del 75 por ciento de las personas con tendencia a desarrollar esta enfermedad poseen un marcador genético especial denominado HLA-B27.

¿Cuáles son los síntomas de la artritis reactiva?

La artritis reactiva puede producir síntomas de artritis tales como dolor en las articulaciones y la inflamación, así como los síntomas del tracto urinario y conjuntivitis (infección ocular). A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la artritis reactiva. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

Los síntomas de la artritis

  • dolor en las articulaciones y la inflamación que a menudo afecta a las rodillas, los pies y los tobillos

  • inflamación del tendón que se une al hueso (llamado entesopatía), que puede causar dolor en el talón o el acortamiento y engrosamiento de los dedos

  • espolones calcáneos, que son crecimientos óseos en el talón que puede causar dolor crónico

  • espondilitis (inflamación de la columna vertebral)

  • sacroilitis (inflamación de las articulaciones baja de la espalda)

Síntomas del tracto urinario

Hombres:

  • aumento de la producción de orina

  • sensación de ardor al orinar

  • secreción del pene

  • glándula de la próstata inflamada (prostatitis)

Mujeres:

  • inflamación del cuello uterino

  • inflamación de la uretra, causando una sensación de ardor al orinar

  • inflamación de las trompas de Falopio (salpingitis)

  • vulva inflamada y la vagina (vulvovaginitis)

Síntomas oculares

  • ojos rojos

  • dolor en los ojos y la irritación

  • visión borrosa

  • membrana mucosa inflamada que cubre el globo ocular y el párpado (conjuntivitis)

  • inflamación del interior del ojo (uveítis)

Los síntomas de la artritis reactiva pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la artritis reactiva?

El diagnóstico de la artritis reactiva puede resultar difícil, ya que no existen exámenes de laboratorio específicos para confirmarlo. Sin embargo, el diagnóstico puede confirmarse basándose en los antecedentes médicos personales y los síntomas reportados. Algunos análisis de sangre se pueden realizar para descartar otras enfermedades, como la artritis reumatoide y el lupus. Otros exámenes de diagnóstico pueden incluir:

  • velocidad de sedimentación globular (o ESR) - medición de la rapidez con los glóbulos rojos caen hacia el fondo de un tubo de ensayo. Cuando hay hinchazón e inflamación, las proteínas de la sangre se agrupan y pesan más de lo normal. Por lo tanto, cuando se mide, caen y se depositan más rápido en la parte inferior del tubo de ensayo. Generalmente, cuanto más rápido se precipitan los glóbulos, más severa es la inflamación. (Las personas con artritis reactiva suelen tener el ESR elevado.)

  • Exámenes para detectar ciertas infecciones que se asocian a menudo con la artritis reactiva, incluyendo exámenes para detectar Clamidia

  • artrocentesis (También llamada aspiración articular.) - la obtención de una muestra de líquido sinovial en la articulación para su examen por la inserción de una aguja delgada y hueca en la articulación y retirar el líquido con una jeringa.

  • las muestras de orina y de heces

  • radiografía - examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa; para comprobar la espondilitis, sacroilitis, inflamación o daño a la articulación.

El tratamiento para la artritis reactiva:

El tratamiento específico para la artritis reactiva será determinado por su médico basándose en:

  • Su edad, su estado general de salud y su historia médica

  • extensión de la enfermedad

  • Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias

  • expectativas para la evolución de la enfermedad

  • Su opinión o preferencia

El tratamiento suele incluir antibióticos para tratar la infección que está causando los síntomas de la artritis reactiva. El tratamiento también puede incluir:

  • medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos

  • corticosteroides (para reducir la inflamación)

  • medicamentos inmunosupresores, como el metotrexato (para eliminar la inflamación)

  • resto (para reducir el dolor y la inflamación)

  • ejercicio (para fortalecer los músculos y mejorar la función de las articulaciones)