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La prevención de las infecciones pulmonares

Cuando usted tiene una enfermedad pulmonar crónica, es especialmente importante para protegerse de los resfriados y otros tipos de infecciones pulmonares. Esto puede llevar a las exacerbaciones (períodos de empeoramiento de los síntomas). Los consejos de esta hoja le ayudará a mantenerse saludable. Usted debe hablar con su médico acerca de qué hacer si usted tiene una exacerbación.

Tome precauciones

Las siguientes medidas preventivas puede ayudar a evitar la enfermedad:

  • Lávese las manos frecuentemente y manténgalas lejos de su cara. La mayoría de los gérmenes se propagan a través del contacto mano-a-boca. Lávese las manos con agua tibia y jabón. Forme espuma durante al menos 10-15 segundos. Luego enjuagar muy bien.

  • Utilice un desinfectante de manos, jabón sin agua o toallitas húmedas entre lavados. Esto es especialmente importante después de tocar cosas que muchas otras personas han tocado (como carritos de supermercados o tiradores de las puertas). A continuación, lavar sus manos la primera oportunidad que tenga.

  • Vacúnese contra la gripe todos los años. Esta se puede administrar en el consultorio del médico, una farmacia, o por medio del trabajo. Lo mejor es recibir la vacuna en el otoño de cada año.

  • Obtenga una vacuna contra la neumonía. Pregunte a su médico con qué frecuencia usted necesita esto.

  • Evite pasar tiempo cerca de personas con infecciones respiratorias como los resfriados o la gripe. Trate de no salir en tropel en el invierno, cuando hay más gente enferma. Además, trate de evitar los viajes aéreos durante este tiempo.

Los signos de un problema

Usted y su médico deben llegar a un plan para saber qué hacer si tiene una exacerbación. Esto puede implicar el uso de un inhalador de rescate o la toma de antibióticos u otros medicamentos. Aquí, se deben a un problema:

  • Mayor dificultad para respirar, sibilancias o tos

  • La mucosidad que ha aumentado, tiene un olor, ha cambiado de color o tiene sangre

  • Una fiebre o escalofríos

  • Opresión en el pecho que no se alivia con los medicamentos normales

  • Dolor de garganta o ronquera

  • Fatiga

  • Hinchazón de los tobillos