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Después de sufrir un infarto: la recuperación de su discurso

Con el discurso y el déficit de idiomas, el mayor progreso general se presenta en los primeros días de terapia. Los dos trastornos del habla más comunes son la afasia y disartria.

La afasia. Este es el término para la dificultad de usar palabras. Algunas personas con afasia tienen problemas para hablar, pero puede fácilmente entender el habla. Otros hablan con facilidad, pero no pueden entender lo que dice la gente. La afasia es un problema común, especialmente cuando un accidente cerebrovascular ha dañado el lado izquierdo del cerebro, donde se procesa el lenguaje. Algunas personas con afasia mejoran rápidamente, pero incluso con terapia del habla, los demás siguen teniendo problemas para hablar, para encontrar las palabras, la lectura, la escritura o las matemáticas (la misma área del cerebro que controla el lenguaje también gobierna habilidades matemáticas).

Rehabilitación para alguien con afasia implica una variedad de ejercicios de habla y lenguaje para ayudar al paciente a aprender de nuevo la capacidad de entender, hablar, leer y escribir en la medida en que él o ella es capaz. Estos incluyen las palabras que se repiten un terapeuta dice, la práctica de seguir instrucciones, y que practican la lectura y la escritura. Sesiones de terapia de grupo dirigidos por un patólogo del habla y el lenguaje ayudan a las personas a practicar hablando con otras personas que se están recuperando de los accidentes cerebrovasculares. Estas sesiones pueden involucrar situaciones sociales comunes de rol, tales como hablar por teléfono o pedir comida en un restaurante. Para alguien que tiene problemas para recordar, el terapeuta le sugerirá algunas herramientas prácticas, como el uso de un organizador o cue tarjetas diarias publicadas por la casa como apuntes para cosas tales como la planificación de las comidas o de apagar la estufa. Un terapeuta también puede recomendar una salida de voz o el habla de generación, dispositivo para ayudar a la comunicación en la vida diaria. Estos dispositivos están cubiertos por Medicare y muchos otros proveedores de seguros.


La disartria. Este es un problema más específico: la incapacidad para hablar, a pesar de que usted puede entender el habla y formar palabras correctas en su mente. La enfermedad es causada por una lesión en los centros del cerebro que controlan el movimiento de la lengua, el paladar y los labios. El habla puede ser lenta o se arrastra, y un lado del rostro se podrían caer debido a que los músculos faciales están paralizados. También puede ocurrir babeo. Las personas con disartria menudo pueden escribir sus pensamientos a pesar de que no pueden hablar en voz alta.

Una persona con disartria puede hacer ejercicios para ayudar a aumentar la fuerza y ​​resistencia de los músculos que se usan para el habla. El terapeuta también proporcionará instrucciones sobre cómo mejorar la enunciación, como al hablar más despacio o tomar respiraciones profundas antes de hablar. Muchas personas con disartria también tienen dificultad para tragar, un problema que se llama disfagia. Si este es el caso, el patólogo del habla y lenguaje se proporcionan ejercicios para fortalecer los músculos de la boca y la garganta, así como consejos sobre cómo prevenir la asfixia, como tomar pequeñas cantidades de alimento a la vez, comer lentamente y sentarse mientras comer. Puede que sea necesario comer alimentos en puré en un principio y poco a poco introducir alimentos más sólidos, como declaraciones de la fuerza muscular.