Una bursa es un saco lleno de líquido que ayuda a amortiguar los músculos, los tendones y los huesos en una articulación. Cuando una bursa se inflama, se llama bursitis. Los síntomas comunes de la bursitis incluyen dolor, sensibilidad e inflamación que limita el movimiento de la articulación.
¿Qué causa la bursitis?
La bursitis es más frecuentemente causada por el uso excesivo de una articulación. Los movimientos repetidos irritan la bursa y causa que se hinche. Cuando eso sucede, otros tejidos de la articulación tienen menos espacio para moverse. La bursitis es más común en las articulaciones grandes, como la rodilla, el hombro y la cadera.
¿Cómo se trata la bursitis?
Para ayudar a reducir el dolor y la inflamación, el médico puede recomendar uno o más de los siguientes:
Resto da el tiempo bursa para sanar. Esto significa limitar las actividades que ponen énfasis en la articulación.
Los medicamentos antiinflamatorios ayudan a reducir la hinchazón dolorosa. En algunos casos, esto puede incluir inyecciones de cortisona en la articulación.
Las férulas y vendajes de apoyo mejoran su comodidad y permiten la bursa sane.
La fisioterapia puede ser utilizado para aumentar la flexibilidad y fortalecer los músculos que soportan la articulación.
La aspiración elimina el exceso de líquido de la articulación con una aguja.
La cirugía se puede utilizar para eliminar una bursa inflamada. Esto rara vez es necesaria.