El tratamiento para el cáncer de tiroides
Si usted tiene cáncer de tiroides, es probable que tenga muchas preguntas e inquietudes acerca de sus opciones de tratamiento. Es normal querer aprender todo lo que pueda. Su médico basará su plan de tratamiento del tipo de cáncer de tiroides que tiene. Aprenda más sobre el tratamiento del cáncer de tiroides ›
La terapia de reemplazo de hormonas de la tiroides
Tratamiento con hormonas tiroideas es el uso de las hormonas tiroideas sintéticas para elevar los niveles anormalmente bajos de hormonas tiroideas. A menudo se utiliza para tratar el hipotiroidismo que se segrega poco o nada de las hormonas tiroideas, la terapia de la hormona tiroidea se administra en forma de pastilla. El reemplazo de la hormona tiroidea más comúnmente prescrita es la tiroxina sintética pura (T4).
Tratamiento con hormonas tiroideas se prescribe generalmente cuando la tiroides de una persona no produce suficiente hormona tiroidea natural (una enfermedad conocida como hipotiroidismo). Otras razones para el uso de la terapia hormonal de la tiroides pueden incluir:
para controlar el crecimiento de la glándula tiroides agrandada (también llamada bocio)
para controlar el crecimiento de nódulos en la glándula tiroides
¿Cómo sabe mi médico que tengo cáncer de tiroides?
A veces los médicos se dará cuenta de los signos de cáncer de tiroides, como un bulto o hinchazón en el cuello, durante un chequeo de rutina. Si su médico piensa que usted tiene cáncer de tiroides, él o ella le preguntará sobre sus síntomas, historial médico, e historial de salud familiar. Esta información ayuda al médico a determinar el riesgo de cáncer de tiroides.
Además de un examen físico, el médico puede realizar ciertas pruebas para ver si usted tiene cáncer de tiroides. Es posible que necesite más de una de estas pruebas:
Examen del cuello. Su médico tratará de detectar bultos cerca de su tiroides. Si su doctor encuentra un bulto, él o ella será comprobar el tamaño y la firmeza. Su médico también podrá ver si se mueve o se siente más sensible a usted.
Ultrasonido. Durante esta prueba, el médico utiliza ondas sonoras para detectar el cáncer de tiroides. Las ondas sonoras rebotan en su tiroides y envían señales. Un equipo que utiliza las señales para crear una imagen de la tiroides. La imagen puede revelar el tamaño y la ubicación de los nódulos de la tiroides o protuberancias. Sin embargo, esta prueba por sí sola no puede decir si estos nódulos son cancerosos o no.
Biopsia. Después de una ecografía de la tiroides, su médico va a querer que usted se haga una biopsia. Durante una biopsia, un especialista utilizará las imágenes de ultrasonido para guiar una aguja muy fina en la tiroides para comprobar que para el cáncer. Este procedimiento le permite al médico recoger células de la tiroides y el líquido circundante. Después, un experto que busca cambios en las células, llamado un patólogo, examinará las células y el líquido bajo un microscopio para ver si hay signos de cáncer.
Los análisis de sangre. Su médico puede hacer una prueba de sangre para verificar niveles de ciertas hormonas en el cuerpo. Estos niveles dígale a su médico si su tiroides está funcionando correctamente. Las hormonas que su médico puede comprobar incluyen la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y la calcitonina. Su médico también puede comprobar si hay una proteína llamada tiroglobulina. Los resultados de estos análisis de sangre no diagnostican cáncer, pero sí dan información a su médico sobre la forma como su tiroides está funcionando.
Gammagrafía de la tiroides. El médico puede ordenar un análisis de su tiroides. Para esta prueba, se ingiere una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva, y que viaja a través del torrente sanguíneo. Las células tiroideas que absorben la sustancia radioactiva son más propensos a ser canceroso y se puede ver en un escáner.