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Cómo decir no a los pre-adolescentes

Cuando los niños son pequeños, es fácil de poner límites a la conducta que pueden poner su salud o su seguridad en riesgo. Si no se desabrochó el cinturón de seguridad, el coche no arranca. Si el casco no se usa, la moto se queda en el garaje.

Eso puede incluso trabajar con comportamientos que pueden conducir a la obesidad, tales como comer demasiado y hacer poco ejercicio. Por ejemplo, conseguir la comida chatarra fuera de la cocina. Mantenga los televisores de las habitaciones de los niños. Los padres tienen que decir no mucho menos si lo hace un ambiente seguro.

Pero a medida que los niños crecen, los riesgos se vuelven más complejos y más difíciles de hacer cumplir las restricciones. Eso es especialmente cierto cuando los padres que trabajan no siempre pueden estar en torno a ser la disciplina.

Lo que funciona para los niños pequeños no funciona para los preadolescentes. Y tener más control puede hacer que el problema empeore.

Los niños de 9 años o 10 están entrando en una fase de independencia. Los padres no pueden decir simplemente: "El doctor dice que usted está pasado de peso, por lo que nunca vas a tener dulces otra vez." A los niños les basta con ir a la casa de un amigo. "La clave es la moderación. Los padres deben reforzar las buenas decisiones y ser capaz de hablar, con calma pero apropiadamente, las no tan buenas decisiones. Es lo mismo con toda una serie de tentaciones, de los cigarrillos con el sexo.

Los padres tienen que seguir siendo accesible. Muchos expertos señalan que sólo cuando los niños parecen merecer el amor al menos es cuando más lo necesitan.

Coloque la ley - pero hazlo con cuidado

  • Estar relajado, amable y de mente abierta cuando se habla de un comportamiento problemático.

  • Ofrezca opciones que ayudan a los límites establecidos, pero dan a los niños la oportunidad de ejercer su independencia.

  • Premie el buen comportamiento con elogios, que promueve la autoestima. No use la comida como recompensa.

  • Sea un buen modelo a seguir. Los niños son grandes imitadores.

  • Con los niños más grandes, permiten pequeños errores causan consecuencias naturales. Si su hijo usa su dinero para el almuerzo para otra cosa, por ejemplo, se pasa hambre. Paso en sólo cuando sus acciones son peligrosas, ilegales o perjudiciales para sí mismos o para otros.