Con el tiempo, nivel alto de azúcar en la sangre puede dañar los nervios y vasos sanguíneos. Este daño a menudo afecta a los pies y las piernas. La diabetes es responsable de más del 60% de las amputaciones de miembros inferiores no son causadas por lesiones accidentales, y las personas con diabetes tienen 10 veces más probabilidades de sufrir una amputación que las personas sin la enfermedad.
Daño en los nervios hace que sea más difícil de sentir las cosas que suceden a sus pies, mientras que el daño de los vasos sanguíneos puede ahogar lentamente el flujo de sangre a través de arterias alimentarlos. Cuando estas enfermedades coinciden, un simple corte o una ampolla en la parte inferior del pie o incluso una uña encarnada pueden llegar a ser tan severamente infectadas que un dedo del pie o del pie deben ser amputadas.
La diabetes puede causar tres tipos de daño en los nervios:
La neuropatía periférica. Este es el tipo más común de daño a los nervios. Afecta a los nervios largos que se extienden desde la columna vertebral hacia los brazos y piernas. Los síntomas incluyen entumecimiento, hormigueo y disminución de la sensibilidad al tacto ligero. También puede causar ardor, tomar fotografías, o dolor punzante.
La neuropatía focal. Esto se refiere al daño a un nervio o grupo de nervios específicos, causando una debilidad en, pierna, brazo, o del ojo los músculos faciales. La enfermedad puede aparecer como debilidad de la mano, una incapacidad para levantar una pierna, o visión doble.
La neuropatía autónoma. Este tipo de daño implica el sistema nervioso autónomo, los nervios que controlan funciones corporales automáticas como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la digestión, el sudor, y las erecciones. La neuropatía autónoma puede producir una variedad de efectos desagradables, tales como un ritmo cardíaco acelerado, sudoración abundante, hinchazón, mareos o náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento. Las personas con neuropatía autonómica afecta al sistema genitourinario puede no ser capaz de vaciar la vejiga por completo (lo que puede predisponer a infecciones de la vejiga), y casi la mitad de los hombres con diabetes pueden desarrollar disfunción eréctil (impotencia).
Una consecuencia de la neuropatía periférica es la pérdida de la sensación de dolor. Cuando esto ocurre, una lesión en el pie puede pasar desapercibido, empeorar y convertirse en una zona de alimentación para las bacterias invasoras. Patrones de sudoración alterados con neuropatía autonómica también pueden afectar la capacidad de la piel para luchar contra las infecciones. La mala circulación contribuye al problema, haciendo que sea más difícil para los combatientes-blancos de infección las células del cuerpo la sangre, anticuerpos y otros defensores-para llegar a la zona infectada. La mala circulación también puede causar úlceras que se desarrollan alrededor de una herida. Las úlceras del pie son peligrosas y requieren atención inmediata. Si no se tratan, pueden penetrar profundamente bajo la piel y la infección propagación en el hueso.
Los dedos del pie son muy vulnerables a la infección. Las personas con neuropatía periférica grave también son más propensas a pie de Charcot, una enfermedad en la que la destrucción articular y deformidad interfieren con la marcha. El pie de Charcot se desarrolla cuando el uso diario y la causa lacrimógenos una lesión menor en una articulación o un hueso, y el problema pasa desapercibido. A menos que se realicen cambios en la zancada de la persona, el calzado, o programa de ejercicio, el daño continúa y los tejidos son finalmente destruidos.
Detección y tratamiento
Debido a que las personas con neuropatía periférica no pueden depender de los síntomas para decirles que algo está mal, deben revisar cuidadosamente sus pies y los dedos de una posible lesión de cada día. También ayuda el uso de zapatos que han sido cuidadosamente equipadas. Un podólogo puede ser un excelente recurso para obtener ayuda con el cuidado del pie y el calzado.
Si una úlcera en el pie o dolor se convierte antibióticos infectados, orales o intravenosos pueden ayudar a combatir la infección. Pero la cicatrización puede tomar de semanas a meses, y puede requerir reposo en cama y elevación de la extremidad afectada.
Cuando los problemas circulatorios inhiben la curación, procedimientos como los que se utilizan para tratar los problemas cardiovasculares pueden ser necesarios. Por ejemplo, si una arteria en su pie está bloqueada, el médico puede recomendar angioplastia más inserción de stent o cirugía de bypass. En la angioplastia, el médico abre una arteria estrechada o bloqueada en el pie mediante la inserción de un catéter delgado y flexible en la arteria por encima de la obstrucción, maniobrando en el bloqueo, y luego inflar un pequeño globo para abrir la arteria. El balón se expande un stent en forma de tubo que mantiene la arteria abierta después de que se retira el catéter. En la cirugía de bypass, un cirujano toma una longitud de vaso sanguíneo desde otra parte del cuerpo y la utiliza para construir un nuevo canal que permite que la sangre para obtener alrededor de la obstrucción.
Si se han agotado todas las opciones de tratamiento, o si hay una infección penetra hasta los huesos o la gangrena, es posible que parte del pie o la pierna que ser amputada. Una prótesis generalmente se puede instalar después para hacer que caminar sea posible.
Poner su mejor pie adelanteEl adagio "Una onza de prevención vale una libra de cura" se aplica a muchas complicaciones de la diabetes. El daño a los pies y las piernas no es la excepción. La mejor manera de evitar estos problemas es mantener su nivel de azúcar en la sangre bien controlada y para practicar un buen cuidado del pie:
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