Factores psicológicos
Los factores psicológicos son la causa principal de la disfunción eréctil en un 10% a 20% de los casos. En tales circunstancias, se dice que un paciente tiene disfunción eréctil psicógena. estrés, problemas de pareja, o enfermedades psicológicas pueden afectar las señales del cerebro que da inicio a la cadena de acontecimientos biológicos necesarios para la erección. A menudo, el problema fundamental es la ansiedad o la depresión. Un estudio encontró que la disfunción eréctil es casi dos veces más común entre los hombres con depresión, ya que es de los que no están deprimidos (ver "La disfunción eréctil y la depresión "). Otras causas son el estrés, culpa, baja autoestima y miedo al fracaso sexual.
Tenga en cuenta, sin embargo, que los factores psicológicos desempeñan un papel que contribuye en la mayoría de los casos de disfunción eréctil. Incluso si la causa es puramente físico o médico, dificultad eréctil es casi seguro que tendrá un impacto emocional y psicológico. Estas consecuencias emocionales pueden provocar el tipo de rendimiento de ansiedad que provoca más severa disfunción eréctil. Cuando esto sucede, un hombre puede empezar a evitar a su pareja o hacer excusas para no tener sexo - acciones que pueden perpetuar la ansiedad o la depresión. En esta etapa, el papel de las dificultades psicológicas de hecho, puede eclipsar la causa médica o física original. Para curar el problema, tendrá que abordar tanto el problema físico y el psicológico.
Cuando los trastornos psicológicos son los únicos culpables, hay algunas señales claras (véase el cuadro 2). Por un lado, la disfunción eréctil tiende a surgir de repente. Y es probable que ocurra con un solo compañero, a menudo debido a la tensión en la relación. Otra señal de que el problema es principalmente psicológica es la capacidad de lograr una erección con la masturbación y, quizás lo más importante, mientras se duerme. La mayoría de los hombres sanos tienen cuatro y cincuenta y siete erecciones durante el sueño cada noche. Las erecciones nocturnas se vean afectados por problemas físicos, como la enfermedad o daño a los nervios, pero no por trastornos psicológicos.
Problemas de pareja, como la ira o la desconfianza, también pueden contribuir a la disfunción eréctil. Si cualquiera de las partes no está contento con el otro, se puede disminuir el deseo sexual, un componente importante de la función eréctil. Las inhibiciones que resultan de fantasías o preferencias sexuales revelados también pueden estar en la raíz del problema. Si un hombre se siente demasiado avergonzado para decirle a su cónyuge o pareja sexual acerca de sus preferencias, puede tener problemas para excitarse. Como todos estos ejemplos, la intimidad y la comunicación abierta y honesta desempeñan un papel vital (véase "La inclusión de su pareja" y "Creación de una mejor vida sexual").
Tabla 2: ¿es mental o física? | ||
Impotencia psicológica | Impotencia física | |
Comienzo | Por lo general abrupto | Por lo general, gradual |
Erecciones nocturnas | Sí | No |
Partners | Puede ocurrir con una sola pareja | Ocurre con todos los socios |
Las erecciones desencadenados por estímulos eróticos otros que el coito | Probablemente | No |