Media infecciones del oído son la causa más común de dolor de oído en los niños. Según el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, el 75 por ciento de los jóvenes han tenido al menos una infección por el momento en que son 3 años de edad.
Las infecciones se desarrollan cuando las bacterias o los virus infectan el líquido que se acumula en el oído medio. La acumulación es causada por la congestión que bloquea el canal natural (trompa de Eustaquio) que permite que el aire y el líquido para entrar y salir del oído medio.
Síntomas
Un niño con una infección del oído puede tener muchos síntomas. Algunos de ellos son:
Dolor. Un niño mayor le puede informar sobre el dolor de oído, pero una más joven puede apenas conseguir irritable y llorar. Esto puede ser más evidente durante las comidas, ya que la succión y la deglución puede causar cambios de presión dolorosos en el oído medio. Su hijo también puede tener menos apetito y puede tener problemas para dormir debido a que se acuesta puede aumentar el dolor.
Fiebre. El niño puede no tener fiebre, o puede tener una temperatura que oscila entre ligeramente elevada (100 grados Fahrenheit) a muy alta (más de 102 grados Fahrenheit).
Drenaje del oído. Un fluido amarillo o blanco, posiblemente teñida de sangre, pueden drenar el oído del niño. En general, esto indica que el tímpano se ha roto.
Dificultad para oír. Un niño con una infección del oído puede tener dificultad para oír, y el problema podría continuar por varias semanas después de que la infección desaparezca. Esté atento a los siguientes cambios de comportamiento que pueden indicar que el joven no se oiga bien: hablar en voz baja, diciendo: "¿eh?" o "¿qué?" más de lo habitual, que no responde a los sonidos, que tiene la comprensión del lenguaje más problemas en habitaciones ruidosas, y subir el televisor o la radio más fuerte que de costumbre. Hable con su pediatra si su hijo tiene dificultad para oír. Ser capaz de escuchar y escuchar a otros hablar ayuda a un niño a aprender el habla y el lenguaje. Esto es especialmente importante durante los primeros años de vida.
Tratamiento
La mayoría de las infecciones del oído desaparecen por sí solos. El dolor generalmente desaparece en un día o dos. Borrado de líquido del oído puede tardar hasta dos semanas, según los expertos. Si su pediatra le receta un antibiótico, sin embargo, asegúrese de que usted le da al joven la receta completa. Si usted deja el medicamento antes de tiempo, algunas bacterias todavía pueden estar presentes y hacer que el problema se repita.
Para aliviar el dolor del niño, el médico puede recomendar una medicina sin aspirina over-the-counter, como el paracetamol o el ibuprofeno, y sugerir poniendo tibia (no caliente) comprime contra los oídos del joven.
Usted también debe mantener a su hijo sentado tanto como sea posible, lo que puede ayudar a reducir la presión en el oído medio y aliviar el dolor. Una almohada extra en la noche también puede ayudar a un niño mayor. Nunca use almohadas en la cuna.
El tratamiento preventivo
Para prevenir las infecciones crónicas del oído, el pediatra puede recomendar que su hijo tome antibióticos durante un período prolongado de tiempo. Estos medicamentos generalmente se prescriben en dosis bajas y se toman una o dos veces al día. Aunque el niño todavía puede sufrir de infecciones, probablemente ocurren con menos frecuencia. En los niños con alergias, antihistamínicos o descongestionantes diarios pueden disminuir la incidencia de infección.
Otro tipo de tratamiento preventivo es una operación ambulatoria en la que pequeños tubos se insertan a través de los tímpanos. Esto mantiene la misma presión en ambos lados del tímpano y permite a los oídos para drenar.