La rosácea Debe Lee
- Conceptos básicos de cuidado de la piel para la rosácea
- Consejos de dieta y ejercicio para la rosácea
- Cuando la rosácea produce dolor
- El tratamiento con láser para la rosácea
La rosácea es una enfermedad común de la piel que se caracteriza por enrojecimiento, granos, y los vasos sanguíneos rotos en la cara y los ojos.
Se estima que 16 millones de personas en los EE.UU. tienen rosácea
La rosácea tiende a comenzar en la mediana edad, entre las edades de 30 y 60 años. Es más común en mujeres y en personas de piel clara, aunque también puede ocurrir en personas de cualquier color de piel.
La causa de la rosácea
La causa de la enfermedad es desconocida, sin embargo, hay ciertas cosas que causan la cara para tirar y que pueden empeorar la rosácea. Estos incluyen:
La luz del sol y las temperaturas extremas
El estrés, la ira, o la excitación
Las bebidas calientes y las comidas calientes, comidas picantes y el alcohol
Cosméticos irritantes y otros productos faciales
El ejercicio extenuante
Ciertos medicamentos
Diagnóstico
La rosácea se suele diagnosticarse con una historia médica completa y un examen físico. El tratamiento específico será determinado por su médico basándose en:
Su edad, su estado general de salud y su historia médica
Alcance de la erupción
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas para la trayectoria de la erupción
Su opinión o preferencia
Tratamiento
La rosácea no se puede curar, pero puede ser tratada y controlada para mejorar la apariencia de la piel. El tratamiento puede incluir dieta modificaciones evitar alimentos que dilaten los vasos sanguíneos de la piel, como la cafeína, comidas picantes y el alcohol. Es clave para entender lo que desencadena un brote de rosácea, ya que puede variar de persona a persona. Algunos factores desencadenantes comunes incluyen la exposición al sol, el calor, el ejercicio vigoroso, y el estrés. Una vez que sepas lo que causa brotes de rosácea, puede tomar medidas para evitar o controlar los factores desencadenantes.
Además, su médico también puede recomendar opciones de tratamiento, como los antibióticos tópicos y orales, exfoliaciones con ácido glicólico, crema de cortisona, terapia con láser, dermoabrasión, o electrocirugía.