La enfermedad se caracteriza por dolor en las articulaciones y rigidez en ambos lados del cuerpo que puede agrandarse y deformarse. La inflamación puede llegar a ser tan severa que la función y el aspecto de las manos y otras partes del cuerpo pueden ser afectadas. En las manos, la artritis reumatoide puede causar deformidades en las articulaciones de los dedos, por lo que es difícil de mover los dedos. Los bultos, conocidos como nódulos reumatoides, pueden formarse sobre las articulaciones pequeñas de las manos y la muñeca.
La artritis reumatoide afecta a más mujeres que hombres. La enfermedad ocurre con mayor frecuencia entre las edades de 30 y 50 años. Su causa exacta no se conoce.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. Eso significa que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a sus propias células y tejidos sanos. La respuesta del cuerpo provoca la inflamación en y alrededor de las articulaciones. La enfermedad puede destruir el sistema esquelético. Reumatoide artritis también puede dañar otros órganos, como el corazón y los pulmones. Los investigadores creen que ciertos factores, incluyendo la herencia, pueden contribuir a la aparición de la enfermedad.
La artritis reumatoide generalmente causa inflamación simétrica en el cuerpo. Eso significa que las mismas articulaciones se ven afectadas en ambos lados del cuerpo. Los síntomas de la artritis reumatoide pueden empezar de forma repentina o gradual. Ellos pueden parecerse a otras enfermedades o problemas médicos, por lo que un diagnóstico de su médico es importante.
Diagnóstico y procedimientos
El diagnóstico de la artritis reumatoide puede ser difícil en las primeras etapas, porque los síntomas pueden ser muy sutiles. Además de una historia médica completa y un examen físico, el médico puede utilizar los procedimientos siguientes para ayudar a diagnosticar que:
Rayos X: examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa.
Aspiración de la articulación: un procedimiento que excluye la infección o la gota como posibles causas.
Biopsia: procedimiento en el que se extraen muestras de tejido (con una aguja o durante la cirugía) para examinarlas con un microscopio para determinar si existen células cancerosas o anormales.
Exámenes de sangre: para detectar ciertos anticuerpos, llamados factor reumatoide, y otros indicadores para la artritis reumatoide.
Tratamiento
Es importante diagnosticar la artritis reumatoide temprana para evitar daños graves en las articulaciones y deterioro. El tratamiento puede variar entre terapias sencillas, como la dieta y el descanso, a las terapias más agresivas, incluidos los medicamentos y la cirugía. Se requiere una estrecha de seguimiento con su médico en el manejo de la enfermedad.