¿Qué es la hidrocefalia?
La hidrocefalia es una enfermedad en la que el exceso de líquido se acumula en el cerebro. El líquido, llamado líquido cefalorraquídeo, se produce en las cavidades del cerebro conocidas como ventrículos. El líquido llena los ventrículos y fluye hacia la médula espinal y hacia fuera en el espacio subaracnoideo donde se absorbe. El espacio subaracnoideo es un espacio entre las capas de la membrana que cubre el cerebro y la médula espinal.
Normalmente, el líquido cefalorraquídeo se absorbe tan rápidamente como se produce, de manera que la cantidad se mantiene relativamente constante. La hidrocefalia ocurre cuando se produce una cantidad excesiva de líquido algo bloquea el flujo o absorción del fluido, o si. A medida que la presión del fluido aumenta, los ventrículos se agrandan y el cerebro se presiona contra el cráneo, dañando el tejido cerebral.
La hidrocefalia puede estar presente al nacer, y puede ocurrir con otras anomalías, enfermedades genéticas, o infecciones. También puede ocurrir después del nacimiento como resultado de ciertas infecciones, sangrado en el cerebro, lesiones o tumores en el cerebro o la médula espinal. A diferencia de los cráneos de adultos, que son hueso sólido, cráneos infantiles tienen tejido fibroso que conecta las placas óseas, permitiendo que la cabeza se expandan si la hidrocefalia está presente. Con la edad, las conexiones fibrosas osifican, o se convierten ósea, lo que significa que el cráneo no se puede expandir si se produce la hidrocefalia.
Los síntomas de la hidrocefalia dependen de la edad, y pueden ir desde la irritabilidad, somnolencia y falta de apetito a los vómitos, cambios de personalidad y de la memoria, dificultad para caminar, y la incontinencia urinaria. El tratamiento está dirigido a la fijación de la causa de la hidrocefalia y el alivio de la presión en el cerebro. No se sabe cuántos adultos se ven afectados por la hidrocefalia, pero se estima que ocurre en aproximadamente uno de cada 500 niños (Fuente: NINDS ).
La hidrocefalia puede tener complicaciones graves, por lo que es importante que sea evaluado y tratado sin demora. Busque atención médica inmediata (llame al 911) para los síntomas graves, como dificultad para respirar, ausencia de pulso o los latidos cardíacos, fiebre alta (más de 101 grados Fahrenheit), convulsiones, dolor de cabeza severo, rigidez en el cuello, o la somnolencia severa. Mala alimentación, irritabilidad inusual, gritos estridentes agudos y persistentes vómitos en bebés y niños también necesitan una evaluación de emergencia.
Busque atención médica de inmediato si usted o alguien con quien esté tiene síntomas sugestivos de hidrocefalia, como la pérdida progresiva de memoria, cambios de personalidad, dificultad para pensar, aumento de la somnolencia, dolor de cabeza, la coordinación y problemas para caminar, incontinencia urinaria, o vómitos. Otros síntomas en los niños pueden incluir crecimiento lento, cambios en la apariencia facial, aumento de tamaño de la cabeza y la mirada hacia abajo.