¿Qué es una fractura?
Una fractura es una ruptura parcial o total del hueso. Cuando se produce una fractura, ésta se clasifica como abierta o cerrada:
Fractura abierta (también llamada fractura compuesta). Las salidas de hueso y es visible a través de la piel, o una herida profunda que expone el hueso a través de la piel.
Fractura cerrada (También denominada fractura simple). El hueso se rompe, pero la piel permanece intacta.
Las fracturas tienen una variedad de nombres. A continuación se muestra una lista de los tipos más comunes que se pueden presentar:
Tallo verde. Esto es una fractura incompleta. Una porción del hueso se rompe, provocando el otro lado para doblar.
Transversal. La ruptura se produce en línea recta a través del hueso.
. Espiral La ruptura espirales alrededor del hueso; común en las lesiones por torsión.
Oblique. La ruptura es diagonal a través del hueso.
Compresión. El hueso se aplasta, provocando la fractura de hueso se vuelva más ancho o más plano.
Conminuta. La ruptura es en tres o más piezas y fragmentos están presentes en el sitio de la fractura.
Segmentaria. El mismo hueso se fractura en dos sitios, por lo que es un "flotante" del segmento de hueso.
¿Qué causa una fractura?
Las fracturas se producen cuando hay más fuerza aplicada al hueso que el hueso puede absorber. Los huesos son más débiles cuando se tuercen. Rupturas de los huesos pueden ser producto de caídas, traumatismos, o como resultado de un golpe directo o un tiro al cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura?
Los siguientes son los síntomas más comunes de una fractura. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Dolor en la zona lesionada
Hinchazón en la zona lesionada
Deformación evidente de la zona lesionada
Dificultad para utilizar o mover la zona lesionada de una manera normal
Calor, moretones o enrojecimiento en la zona lesionada
Los síntomas de un hueso roto pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica una fractura?
Además de una historia médica completa (que se pregunta cómo se produjo la lesión) y el examen físico, los procedimientos para diagnosticar una fractura pueden incluir los siguientes:
Radiografía. Examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa.
La resonancia magnética (MRI). Procedimiento de diagnóstico que utiliza una combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de los órganos y estructuras dentro del cuerpo.
Tomografía computarizada (también llamada escáner CT o CAT.) Procedimiento de imágenes diagnósticas que utiliza una combinación de rayos X y tecnología computarizada para obtener dos imágenes de cortes transversales horizontales y verticales (con frecuencia llamadas cortes) del cuerpo. Un escáner CT muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluidos los huesos, los músculos, la grasa y los órganos. La tomografía computarizada muestra más detalles que los rayos X regulares.
Tratamiento de las fracturas
El tratamiento específico de una fractura será determinado por su médico basándose en:
Localización y tipo de fractura
Su edad, su estado general de salud y su historia médica
Gravedad de la enfermedad
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad
Su opinión o preferencia
El objetivo del tratamiento es controlar el dolor, promover la curación, evitar complicaciones y restablecer el uso normal de la zona fracturada.
Una fractura abierta (una en la que el hueso sale y es visible a través de la piel, o una herida profunda que expone el hueso a través de la piel) se considera una emergencia. Busque atención médica inmediata para este tipo de fracturas.
El tratamiento puede incluir:
Férula o un yeso. Esto inmoviliza la zona lesionada para facilitar la alineación de los huesos y la curación para proteger la zona lesionada se use o mueva.
Medicación. Esto se toma para controlar el dolor.
De tracción. Tracción es la aplicación de una fuerza para estirar ciertas partes del cuerpo en una dirección específica. Se efectúa mediante poleas, cuerdas, pesas y un marco metálico puesto o en la cama. El propósito de la tracción es estirar los músculos y tendones alrededor del hueso roto para permitir los extremos del hueso se alineen y sanen.
Cirugía. La cirugía puede ser necesaria para colocar ciertos tipos de huesos en su lugar. De vez en cuando, la fijación interna (varillas de metal o clavos situados dentro del hueso) o dispositivos de fijación externa (varillas de metal o clavos situados fuera del cuerpo) se utilizan para sostener los fragmentos del hueso en su lugar para permitir la alineación y curación.
El tabaquismo y el sistema musculoesquelético
Consumo de tabaco afecta significativa en el sistema músculo-esquelético. El tabaco y la nicotina aumentan el riesgo de fracturas de huesos e interfieren con el proceso de curación, de acuerdo a un creciente cuerpo de investigación. La nicotina puede demorar la consolidación de la fractura, la eficacia del estrógeno y puede contrarrestar las propiedades antioxidantes de las vitaminas C y E. De acuerdo con la Academia Europea de Cirujanos Ortopédicos, se revisó la investigación sobre el tema del tabaquismo y sus efectos sobre el sistema músculo-esquelético. Algunos de los problemas ortopédicos causadas por el tabaquismo incluyen:
La degeneración del disco Más grave
Aumento del riesgo de una fractura de cadera con la edad
Una asociación con baja dolor de espalda
Ligamentos espinales debilitados
Reducción en la producción de las células óseas
Pérdida ósea más rápida en mujeres postmenopáusicas
Fracturas tardan más en sanar
La cirugía del manguito de los rotadores es menos exitoso
Tiempo de curación más largo de las incisiones quirúrgicas
Más complicaciones postoperatorias
Fusión espinal Tardía
Sin embargo, dejar de fumar parece mejorar el proceso de curación en la mayoría de los casos, a excepción de largo plazo, los fumadores crónicos que presentan un daño arterial permanente, de acuerdo con los investigadores. Quienes sufren daño arterial permanente debido al tabaquismo quizás tengan dificultades en la cicatrización cuando una parte periférica del cuerpo está involucrado, ya que el suministro de sangre puede ser deficiente.