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Colangitis

¿Cuál es la colangitis?

La colangitis es una inflamación del sistema de conductos biliares por lo general relacionada con una infección bacteriana. El sistema de conductos biliares es un sistema de drenaje que transporta la bilis desde el hígado y la vesícula hasta la zona del intestino delgado llamada duodeno. La infección puede ocurrir repentinamente o puede ser crónica.

¿Qué causa la colangitis?

Existen varias enfermedades que pueden provocar una infección en el sistema de conductos biliares. La principal causa de la colangitis es la obstrucción o el bloqueo en alguna parte del sistema de conductos biliares. El bloqueo puede ser consecuencia de cálculos, un tumor, coágulos de sangre, estrechamiento producido por un procedimiento quirúrgico, inflamación del páncreas, o invasión parasitaria. Otras causas incluyen el contraflujo de bacterias en el intestino delgado, una infección de la sangre (bacteriemia), o después de un procedimiento de diagnóstico, como el examen endoscópico. La infección ocasiona presión por acumulación en el sistema de conductos biliares.

¿Cuáles son los síntomas de la colangitis?

Los síntomas de la colangitis pueden ser de moderados a severos. Los siguientes son los síntomas más comunes de la colangitis. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen

  • Fiebre

  • Escalofríos

  • Ictericia - color amarillo de la piel y los ojos

  • Heces color arcilla

  • Orina oscura

  • Presión arterial baja

  • Letargo

  • Disminución del nivel de alerta

Los síntomas de la colangitis pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.

¿Quién está en riesgo de contraer la colangitis?

La colangitis se presenta más comúnmente en las mujeres que en los hombres. El inicio es generalmente después de los 55 años. Las personas que están en mayor riesgo son los que han padecido previamente cálculos biliares.

¿Cómo se diagnostica la colangitis?

El dolor asociado con la colangitis a menudo imita los cálculos biliares. Además de una historia médica completa y un examen físico, los procedimientos para diagnosticar la colangitis pueden incluir los siguientes:

  • Exámenes de sangre, incluyendo los siguientes:

    • Recuento sanguíneo completo (CBC) - mide las células blancas de la sangre que puede ser elevada con una infección.

    • Pruebas de función del hígado - serie de exámenes de sangre especiales que pueden determinar si el hígado funciona correctamente.

    • Los cultivos de sangre - para determinar si hay una infección en la sangre

  • Colangiografía - examen de rayos X de los conductos biliares mediante una (IV) un tinte intravenoso (contraste).

  • Colangiografía transhepática percutánea (PTC) - se introduce una aguja a través de la piel hasta el hígado donde se encuentra depositado el medio de contraste (contraste) en el conducto biliar y de las estructuras de los conductos biliares se puede ver por medio de rayos x.

  • La colangiopancreatografía endoscópica retrógrada (CPER) - procedimiento que permite al médico diagnosticar y tratar problemas del hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares y el páncreas. El procedimiento combina rayos X y el uso de un endoscopio - un tubo largo, flexible e iluminado. El endoscopio se introduce a través de la boca y la garganta del paciente, luego a través del esófago, el estómago, y el duodeno. El médico puede examinar el interior de estos órganos y detectar cualquier anomalía. Un tubo se pasa a través del endoscopio y se inyecta un medio que permite que los órganos internos aparezcan en una placa de rayos x.

  • La colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) - utiliza imágenes de resonancia magnética (MRI) para obtener imágenes de los conductos biliares. La máquina utiliza ondas de radio e imanes para escanear los órganos y tejidos internos.

  • Ecografía (también llamada sonografía.) - Técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear una imagen de los órganos internos. Las ecografías se usan para visualizar los órganos internos del abdomen como hígado, bazo y riñones, y para evaluar el flujo sanguíneo en los distintos vasos.