¿Qué es la pérdida de la visión?
La pérdida de visión es una reducción en la capacidad de ver, incluyendo visión borrosa, visión borrosa, visión doble, puntos ciegos, mala visión nocturna y pérdida de la visión periférica (visión de túnel). La pérdida de visión puede afectar uno o ambos ojos, puede aparecer gradual o repentinamente, y puede ser parcial o completa. Cambios en la visión pueden tener su origen en los ojos a sí mismos o pueden ser causados por muchas enfermedades diferentes que afectan el cerebro o incluso todo el cuerpo.
La trayectoria de los rayos de luz, que forman todas las imágenes que percibimos, comienza en la córnea, la "ventana" transparente en la parte frontal del ojo. El iris, que es la parte coloreada del ojo, controla el tamaño de la pupila y permite que los rayos de luz que entran al ojo y pasan a través de la lente. Esto ayuda a enfocar los rayos sobre la retina, que es la capa sensible a la luz en la superficie interna del ojo. Los daños causados por un traumatismo, infección, inflamación, u otros cambios en estas estructuras puede reducir la visión. La forma del ojo se mantiene por la presión del fluido dentro del ojo contra la esclerótica, la parte blanca del ojo, y la córnea. Las enfermedades que afectan a la claridad o la presión del fluido en el ojo también pueden afectar a la visión.
El nervio óptico recoge la información de la retina y la transmite al cerebro para su interpretación. El daño al nervio debido a la inflamación, enfermedad autoinmune, o disminución del suministro de sangre puede conducir a la pérdida de la visión, ya que las enfermedades pueden que afectan al cerebro, ya sea en general o en los lugares específicos del cerebro que interpreta la visión.
Algunas causas comunes de pérdida de visión incluyen trauma ocular, opacidad del cristalino (catarata), aumento de la presión ocular (glaucoma), daño en la retina debido a la diabetes (retinopatía diabética), la ruptura de la porción central de la retina (degeneración macular relacionada con la edad), desprendimiento de retina, inflamación del nervio óptico (neuritis óptica), y los accidentes cerebrovasculares. Algunos medicamentos también pueden afectar la visión.
La pérdida de visión puede ser permanente y puede ser un síntoma de una enfermedad médica grave. Busque atención médica inmediata para cualquier tipo de pérdida de la visión. Busque atención médica inmediata (llame al 911) para los cambios repentinos en la vista, el trauma, el dolor o enrojecimiento ocular, visión doble, ceguera parcial o completa, o la pérdida de visión que ocurre como una caída de sombra o una cortina de cierre. La atención médica inmediata también es necesario si la pérdida de visión se acompaña de un fuerte dolor de cabeza, debilidad repentina o entumecimiento en un lado del cuerpo, nivel de conciencia alterado, mareos, dificultad para hablar o entender el lenguaje, o pérdida de sensibilidad. Incluso la pérdida temporal de la visión se debe tratar como una emergencia.